¡¡Agapito, TE ODIO!!

miércoles, 25 de septiembre de 2013

Agapito la vuelve a liar 

Cristian Lobato, que se recupera de una lesión en la rodilla, firmó en invierno un preacuerdo por tres años que el club no puede asumir



El Real Zaragoza tiene un preacuerdo con Cristian Lobato, exjugador del Barcelona B y que está en el paro, que se ha convertido en un auténtico problema para el club aragonés, para los dirigentes actuales, encabezados por Jesús García Pitarch, que tratan de invalidar ese pacto. El extremo izquierdo, de 24 años, llegó a un acuerdo en diciembre pasado para firmar por tres temporadas, hasta 2016, a razón de más de 500.000 euros anuales. Sin embargo, esas cifras son inasumibles para el Zaragoza actual, que se agarra al hecho de que el futbolista, con una lesión en la rodilla izquierda, en el tendón rotuliano, desde el 9 de febrero pasado, no superó el reconocimiento médico para no reconocer ese precontrato. Al futbolista catalán (Esparraguera, 7-3-1989) lo lleva Rodri Baster, uno de los agentes de cabecera de Agapito Iglesias, y no hay que descartar en absoluto que en este lío con el sello personal del máximo accionista al final acabe por llegar a La Romareda. "De momento no me he reunido con mis agentes y no sé nada seguro. Claro que conozco la posibilidad de ir al Zaragoza, sé que ha estado sobre la mesa en todo este tiempo y me gustaría, porque es un equipo con nombre y con historia", decía ayer Lobato a este diario. El jugador se está entrenando con el filial azulgrana y va a tener el alta médica en pocos días: "Ahora mismo, yo ya estoy sin molestias en la rodilla. No tengo dolor. Lo que me queda es empezar la puesta a punto tras tantos meses sin jugar", añadió. DESDE EL 9 DE FEBRERO Y para esa puesta a punto para coger el ritmo de competición necesitará no menos de un mes, siempre que las molestias no vuelvan a entrar en escena. Lobato se lesionó el 9 de febrero en el partido del Barça B ante el Guadalajara. Por entonces, era fijo para Eusebio Sacristán y acumulaba 24 partidos y siete goles como hombre de banda en el Barça B, donde acababa contrato en junio pasado. El Zaragoza lo había fichado como apuesta de futuro, aunque con los parámetros económicos de la élite, variables que ahora tiene lejísimos. Baste recordar que el coste de la plantilla el año pasado fue de 21 millones y el de la actual es de solo 7, según la LFP. Con Lobato se hizo en Can Barça un tratamiento conservador en su recuperación y reapareció a finales de abril ante el Racing. Tuvo minutos ese día y frente al Lugo, pero las molestias persistían, por lo que ya no jugó más la campaña pasada. Hasta su lesión, Lobato, que se desenvuelve como extremo zurdo, que llegó a hacerlo como lateral por esa banda y que también puede actuar de segunda punta, era un futbolista codiciado. El Sevilla también estaba interesado en su fichaje, pero la irrupción del canterano Alberto Moreno congeló ese interés. El Espanyol era otra de las opciones que tuvo. Sin embargo, el panorama ha cambiado tras la lesión. El Reading, de la Segunda inglesa, y el Gante belga de Víctor Fernández estuvieron interesados este verano, pero las dudas sobre su estado físico pesaron más que su calidad. El Mallorca tanteó su llegada una vez acabado el mercado de fichajes. Lobato se formó en el Hospitalet y llegó al filial del Barça en el 2011. Tras una primera temporada irregular, explotó en la segunda y nadie duda de que, si recupera ese nivel, se trata de un futbolista más que interesante, aunque no sea el puesto prioritario que necesita el Zaragoza, que cerró el mercado veraniego sin un central tan deseado por Paco Herrera además de que los claros problemas en la creación también aconsejan la incorporación de un centrocampista que dé salida de balón. EL PROBLEMA DE LA LFP Sin embargo, el jugador y sus representantes quieren hacer valer ese precontrato firmado con el Zaragoza, una vez que no ha encontrado acomodo en ningún otro lugar. Y el club aragonés no puede asumir esas cifras y, en el caso de que se lo planteara, ese fichaje no sería aceptado por la Liga de Fútbol Profesional por el estricto control al que está sometiendo a los clubs. Pitarch habló de unos 80.000 euros cuando acabó el mercado de fichajes para una posible incorporación de un jugador que estuviera parado, opción que además descartó. En ese meollo no se puede olvidar la estrecha relación que une a Rodri con Agapito para dar opciones a que el jugador acabe por llegar, bien con una revisión de esos parámetros económicos o bien mediante la salida de otro jugador de la actual plantilla.

Fuente: El Periodico de Aragón

0 comentarios:

Publicar un comentario